Joaquín Camaño Bazán 1737 – 1820. Un misionero riojano en el Gran Chaco

Noticias del Gran Chaco escrita en el siglo XVIII por un misionero jesuita riojano Joaquín Camaño Bazán. Nació en la provincia de La Rioja, el

Gran Chaco

Gran Chaco

13 de abril de 1737. Uno de los pocos argentinos que fue miembro de la Compañía de Jesús, como lo demuestran distintos documentos de la época. Camaño estudió Filosofía y Teología en Córdoba. Su pasión por misionar entre los aborígenes se cumplió a partir de 1763, cuando pasó a integrar las reducciones de indios chiquitos en Bolivia, resultando ser el jesuita criollo más joven que tuvieron por entonces aquellas misiones. Camaño actuó como párroco en varias de ellas, las cuales se encontraban dentro de la vasta región denominada Gran Chaco. Guillermo Furlong, comenta que poco antes de la expulsión, el joven Camaño había sido nombrado cura de la reducción de Santa Ana (Bolivia).

Joaquín Camaño fue gran amigo de la familia Funes, (uno de cuyos miembros fue luego el famoso Dean Funes). Se conocen diferentes cartas que intercambió con Ambrosio Funes quién además era su apoderado y algunas otras que escribió al Padre Provincial Nicolás Contucci, entre otras personalidades de la época en nuestro país.

La expulsión de los jesuitas:

Los misioneros fueron expulsados de los territorios de España en 1767. Camaño cumplió este decreto partiendo desde Callao con destino a Cádiz, con algunos compañeros de la orden, llegados desde las misiones del Colegio Máximo de Santiago de Chile. Para llegar allí pasó por la Quebrada de Humahuaca, Potosí y desde Chuquisaca viajó a Santa Cruz de la Sierra y luego a Lima.

Con el tiempo se ubicó en Faenza (Italia), allí se dedicó fervorosamente al estudio de la lingüística americana y la etnografía. De ese período se conocen varias misivas intercambiadas con Lorenzo Hervás y Panduro relacionadas con temas de lingüística americana.

Escribió algunas obras y un “Diccionario de Lenguas de los indios chaqueños”.

Hervás y Panduro elogío su sabiduría, expresando en 1794 que “…el señor Camaño, que además de la lengua nativa española, posee la latina, griega, francesa, italiana, peruana o quichua, chiiquita y guaraní, y tiene algún conocimiento de otras lenguas americanas, a muchos literatos ha favorecido con cartas eruditas sobre lenguas…”

El origen del nombre “Chaco”:

Fue por otro lado un destacado naturalista, historiador, geógrafo y cartógrafo, relacionándose en Italia con otros conocidos miembros de la compañía que habían actuado en tierras americanas como Francisco Iturri, con quién elaboró alguna pieza cartográfica. Compuso algunos mapas de la región, sobresaliendo su “Mapa de la Región del Chaco”, publicado más tarde en la obra de otro gran misionero llamado José Jolís “Ensayo sobre la Historia Natural del Gran Chaco”. Publicada originalmente en 1789.

Alrededor de 1778 escribió una relación que tituló “Noticias del Gran Chaco”, en esa obrita, Camaño volcó la información referente a ubicación y extensión de la región. Se explayó sobre los principales ríos, explicando también el origen del vocablo “Chaco”, que por su interés copiamos “[…] Los indios de Chicas, y los de Humahuaca, […] iban en ciertos tiempos del año a la Cordillera de Cozquina, […] y se entretenían allí algún tiempo en cazar vicuñas. El modo de cazarlas es distribuirse muchos cazadores de una compañía por los contornos de un determinado sitio, que tienen señalado, y dispuesto, o como [vallado] para este fin espantarlas por todas partes hacia el tal sitio, y encerrarlas en él unos, mientras los otros dentro de aquel recinto las van corriendo y [tomando], o derribando con las armas de caza que llevan. Este modo de cazar, y la otra especie de animales, que cazan en esa manera, se llama Chacu en la lengua general del Perú, que dichos indios hablaban, y hablan hasta el presente. El mismo nombre [le] dan a los sitios que tienen destinados para esta especie de caza. Cuando pues los conquistadores españoles ocuparon la Provincia de Chichas, y la parte septentrional del Tucumán, tuvieron frecuentes ocasiones de oír que tales, o [cuales] indios iban, o habían ido, o querían ir al Chacu, esto es, al sitio, o paraje de la caza, o a cazar. Más como, aunque sabían ya bastantemente la lengua del país, no entendían el significado de aquella palabra, y por otra parte la frase, con que eso dicen, se hace por una partícula de movimiento más propia para juntarse con nombre, que signifique lugar, o país, que con nombre que signifique alguna acción concibieron desde luego, y creyeron que los indios llamaban Chacu a aquellas tierras hacia donde iban, o hacia donde señalaban, cuando se le preguntaba, donde era ese Chacu. […] comenzaron de aquí los españoles a llamar Chacu vagamente, y por mala pronunciación Chaco, a todo aquel país indefinido para ellos incógnito, que miraban al oriente de aquella parte de Chichas por donde entraban, y de las tierras que iban conquistando y comprendiendo bajo del nombre de Provincia del Tucumán.

Su perfil naturalista:

En su relación hace referencia a la fauna explicando […] El calor del clima, y la humedad de las lluvias, y de las inundaciones producen una cantidad prodigiosa de reptiles venenosos, víboras de muchas especies, ciempiés, escorpiones, y una multitud mucho mayor de insectos volátiles modestísimos, que inquietan con sus aguijones, y quitan el reposo, unos de día y otros de noche, especialmente en cercanías de ríos y lagunas. Estos y estas abundan comúnmente de pescados de muchas especies, y también de animales anfibios, como son cocodrilos o caimanes, fieras voraces que hacen presa a veces en los hombres incautos. Lobos del agua, capibaras o puercos acuáticos, nutrias, lagartos o iguanas, tortugas y no menos poblados están los bosques, no sólo de abejas de varias especies que labran miel, y cera, sino también de fieras y animales terrestres. Tigres ferocísimos y ligerísimos, que en un momento despedazan un hombre o una bestia, leones que comúnmente no son nocivos al hombre, antas o gran bestia, zainos jabalíes, puercos hormigueros, ciervos, gamas, avestruces, liebres, zorros, zorrinos comadrejas, hurones, conejos, armadillos, monos y la multitud de pájaros, y aves así terrestres como acuáticas es indecible, y de tantas especies que no tenemos nombres para distinguirlas a todas.”

Joaquín Camaño Bazán, falleció en un hospital de Valencia el 30 de agosto de 1820.

Bibliografía

Aguilar, H. 2005. Historia Natural del Gran Chaco. Reseña sobre misioneros y exploradores hasta finales del siglo XIX. Pp. 519-529 en Di Giacomo, A. G. y S. F. Krapovickas eds. (2005). Historia natural y paisaje de la Reserva El Bagual, Formosa, Argentina. Inventario de la fauna de vertebrados y de la flora vascular de un área protegida del Chaco Húmedo. Temas de Naturaleza y Conservación 4:1-592. Aves Argentinas / Asociación Ornitológica del Plata, Buenos Aires.

Furlong, G. SJ 1948. Naturalistas Argentinos durante la dominación Hispánica. Cultura Colonial Argentina VII. Editorial Huarpes S.A. Buenos Aires.

Furlong, G. SJ 1955. Joaquín Camaño S. J. y su “Noticia del Gran Chaco” (1778). Escritores Coloniales Rioplatenses VIII. Librería del Plata S.R.L. Buenos Aires. 186 pp.

Furlong, G. SJ 1969. Historia Social y Cultural del Río de la Plata. 1536-1810 – El Trasplante Cultural: tomo Ciencia. T.E.A. Buenos Aires.

Jolís, S.J. 1972. Ensayo sobre la Historia Natural del Gran Chaco. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Humanidades. Instituto de Historia. Resistencia, Chaco.

Tomichá Charupá R., 2008. Jesuitas criollos en las reducciones de Chiquitos (1691-1767) XII Jornadas internacionales sobre las misiones jesuíticas: “Interacciones y Sentidos De La Conversión”, Buenos Aires, 23 Al 26 de septiembre. CD de las jornadas

Cita sugerida para esta nota: Aguilar, H. 2008. Noticias del Gran Chaco escrita en el siglo XVIII por un misionero jesuita riojano: Joaquín Camaño Bazán. El Carnotaurus. Boletin del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia. Año IX. Número 97 Octubre de 2008 pp. 8-10.

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